Es muy común escuchar “Debes hacer ejercicio” o “Toma agua por tu salud” pero muy pocas veces logras escuchar un “puedes hablar conmigo, yo te escucho” de esos que revitalizan tu mundo.
Podemos empezar por preguntarnos qué es la salud mental. Una primera definición nos dice que la salud mental es la capacidad de las personas y los grupos para enfrentar los problemas que les presenta la vida con creatividad, así como la capacidad para expresar, dar y recibir afecto.
Es también cuidar y cuidarse. Proteger a los más débiles. Aceptar las diferencias y enriquecerse con ellas. Tolerar las limitaciones propias y de los otros, y también las que nos imponen las condiciones de vida, pero sin resignarse.
La salud mental no es sólo la ausencia de trastornos mentales, sino saber vivir con buena calidad de vida, que a fin de cuentas es vivir y disfrutar BIEN la vida.
¡OJO! esto no quiere decir que si sufres de alguna enfermedad o estás pasando por un bajón estés mal en la vida, esto quiere decir que te tiene que importar tener un vida digna; todos podemos salir de eso si tenemos apoyo.
Aunque no lo creas, puedes sentirte en sintonía con casi cualquier persona, sea tu mejor amigo o padre, hasta al vecino al que nunca le hablas o un desconocido; ¡las conexiones están allí!
El primer paso que debes hacer es comunicarte, no hay ninguna razón para callarte y cargar todo ese peso encima.
Si te encuentras en EEUU o si entiendes inglés (o simplemente traduce el contenido con un traductor de lenguas … juju), acércate a la página web de nuestros amigos de Bring Change 2 Mind tienen mucho material que te puede servir para afrontar este proceso de la mano de tus seres queridos.
Es evidente que nuestro bienestar individual tiene mucho que ver con las relaciones que establecemos con las personas con las que compartimos nuestro día a día.
Otro cosa que puedes hacer por ti es, preocuparte y tomar las riendas de tu vida, te mencionamos unos tips que pueden ayudarte.
- Conócete. Es fundamental que tú como persona te conozcas; identifica tus habilidades, cualidades y defectos, pero más importante aún, confía en ti y todo aquello de lo que eres capaz, así podrás construir una mejor versión de ti mismo.
- Autocontrol. Es importante que aprendas a manejar tus emociones, no dejes que el estrés te maneje, ¡hazlo tú primero!
- Cuida tu dieta. Se ha demostrado que cuando mantenemos una buena alimentación y practicamos actividad física los niveles de estrés bajan considerablemente; no son necesarios los excesos, con una simple caminata y comidas equilibradas te sentirás mucho mejor, ¡inténtalo!
- ¡Exprésate! Si no se te da muy bien eso de platicar con alguien sobre tus sentimientos, en muchas ocasiones resulta útil sacar todo aquello que nos abruma o “desconectarnos” de una u otra forma. Por ejemplo, puedes pintar, leer un libro, escuchar música; haz algo que te relaje y te haga sentir bien.
- Habla. Si alguna vez te resulta muy difícil controlar tus sentimientos aprende a sacarlos del pecho; hablar sobre tus emociones o molestias con una persona de confianza puede ayudar a sentirte liberado y más alegre.
Y lo más importante: sé positivo. Muchas veces al meter un aire de negatividad y amargura en nuestra mente somos nosotros mismo quienes atraemos más estrés y mala situaciones a nuestras vidas, date cuenta que el tener un pensamiento negativo no te lleva a la salud mental.
¡A final de cuentas, todo se trata de ser feliz!
Por: Amaranta Pacheco
Fuente: varias
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