Como seres humanos que somos, todos nos hemos enamorado. Llega esa persona que nos llena de mariposas el estómago y vuelve todo color de rosas, pero, a veces puede aparecer una sensación parecida al deja vú, como de haber vivido ese momento anteriormente o de sentir que esa persona te recuerda a algo o a alguien, y no, no nos referimos a algún ex del pasado.
Es más bien algo que vivimos desde muy pequeños, esa sensación que tenemos es porque sí hemos tenido alguna experiencia con la actitud o personalidad de ese amante, pues puede llegar a ser parecida a la que tienen nuestros padres, aunque sea poco creíble, es así.
Esto se basa en que al momento de elegir un compañero sentimental, buscamos aspectos que nos gusten y además, que ya conozcamos.
Este fenómeno que experimentamos inconscientemente se ha nombrado muchas veces a lo largo de la historia y una de las primeras personas en estudiarlo fue el llamado padre del psicoanálisis, el muy conocido neurólogo Sigmund Freud.
El psicoanalista lo explica como una teoría a través de un concepto llamado Complejo de Edipo, tomando como referencia el final de la historia de Edipo Rey.
Freud explica que el complejo de Edipo se produce como acto involuntario, en el cual el individuo busca relacionarse sentimentalmente con alguien cuya personalidad se asemeje a aquello que le genere un sentimiento de seguridad y confort.
Al llegar a esta parte, seguro pensarás que estás loco por buscar a tu madre o padre en alguien más, pero tranquilo, no te desesperes pues no es así.
La razón de ser es que, como seres humanos siempre buscamos la supervivencia, y gracias a nuestra capacidad de raciocinio, además de supervivencia, también aspiramos llegar a la estabilidad y comodidad.
Todos los recuerdos, vivencias y experiencias de nuestra vida que nos produzcan esta sensación, son proporcionadas por las personas que solo desean el bien para nosotros, es decir, nuestros padres.
Así que no te preocupes, no estás mal de la cabeza al pensar que tu pareja se parece a tu madre/padre, inconscientemente solo buscas lo que todos queremos, sentirnos felices, queridos y protegidos en cierta medida.
Por: Verónica Petit
Fuente: varias
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