Uno de los principales desafíos de nuestros tiempos es la creciente demanda de una fuente de energía económica y sustentable, capaz de alimentar aquellos electrodomésticos, artefactos de iluminación, conexiones web y cualquier otro dispositivo eléctrico que amerite de la energía para funcionar.
Recargar cada uno de estos elementos eléctricos lleva dinero, y reemplazar las costosas baterías que conllevan también.
Los sistemas de generación de energía renovable más efectivos han sido los paneles solares, estos complementan el abastecimiento eléctrico, pero también tienen sus limitaciones, el principal es cuando se encuentra en un espacio interior donde no intersecan los rayos del sol y también cuando es de noche.
Para nuestro beneficio, dos investigadores independientes han elaborado una serie de mecanismos y planos para desarrollar opciones que resuelvan necesidades energéticas futuras de la población.
Esto otorga un beneficio hacia el planeta al minimizar las tóxicas baterías, y en beneficio de nosotros mismos al hacer de nuestra vida mucho más cómoda.
Por una parte, científicos de la Academia de Ciencia de China y de la Universidad de Linköping en Suecia, crearon celdas solares orgánicas optimizadas para transformar la luz interior ambiental en electricidad.
Y por otra, científicos en California experimentaron con un panel que aprovecha el frío del cielo nocturno para producir significativas cantidades de electricidad.
Hablemos un poco de estas tecnologías.
En cuanto a los paneles solares interiores; funcionan bajo las normativas de la termodinámica, donde el calor del Sol interactúa con el entorno frío de la Tierra.
Debido a la expansión de los objetos cotidianos de interconexión digital, se espera que necesitemos tener millones de productos online, tanto en el espacio público como en casa.
Como consecuencia estos sensores se podrá regenerar con energía barata proveniente de los paneles interiores, y con ello tener la capacidad de detectar y medir la humedad, concentración de partículas, temperatura y otros parámetros del ambiente.
De esta manera se obtendrá energía, y aunque en cantidad será baja, ofrecerá suficiente cantidad para alimentar los productos conectados a internet en el futuro.
¿Pero cómo funcionan?.
Los investigadores crearon una capa absorbente de luz con una cuidadosa selección de materiales con el fin de permitir una flexibilidad considerable a la hora de “sintonizar” las celdas solares con los diferentes espectros de luz.
Este avance hace que la longitud de onda de luz dentro de nuestras casas, supermercados o bibliotecas sean adecuadamente absorbidas y transformadas en energía.
Ya vimos cómo la tecnología ha avanzado hasta cubrir la minoría de luz en espacios interiores de los hogares y demás establecimientos.
¿Qué pasa durante la noche?
En este caso, otros investigadores aprovecharon el frío de la noche como principal ventaja de su investigación, ya que se tomaron el trabajo de invertir el proceso de los paneles solares comunes, utilizando el entorno cálido de la Tierra junto al ambiente frío del espacio nocturno. Esto se conoce como enfriamiento radiativo.
Un convertidor termoeléctrico se manifiesta del enfriamiento radiativo, mediante el cual una superficie expuesta al cielo transfiere su calor a la atmósfera durante la noche, a través de radiación térmica por placas de aluminio pintadas de negro.
Esta superficie expuesta llega a enfriarse más que el aire de su alrededor, lo que explica la formación de escarcha, y que desde ahora puede emplearse para generar electricidad.
Han afirmado muchos especialistas que además de la iluminación, consideran que estos proyectos serían una excelente manera de crear energía en lugares remotos y cualquier lugar donde haga falta producir electricidad en la oscuridad.
Estos dispositivos tienen la ventaja de poder ser construidos a mayor escala sin dificultad para un uso más, práctico e incluso ser fabricado a partir de tecnología barata ya existente.
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