La piel es el mayor órgano que posee nuestro cuerpo y uno de los más importantes ya que cuenta con múltiples funciones esenciales.
Actúa como barrera protectora que nos aísla del medio que nos rodea protegiéndonos, al tiempo que actúa como un sistema de comunicación con el entorno. Pero no sólo eso, también es nuestra carta de presentación, ya que deja ver rasgos relacionados con nuestra edad y salud.
Cuando pensamos en la piel, más de una vez reducimos su cuidado a lo estético, pero esto incluye una serie de hábitos para mantenerla lozana y saludable.
En esta ocasión nos concentraremos en nuestro rosto, porque para mantenerlo fresco y saludable tenemos que ir más allá de lo que se ve y, ser metódicos en algunos hábitos cotidianos.
De esa manera, desde el equilibrio entre salud y belleza, encontraremos en el espejo la mejor versión de nosotros mismos.
Expertos recomiendan limpiar la piel un mínimo de dos veces al día, esto aplica tanto en mujeres como en hombres. Una por la mañana para eliminar las posibles toxinas de desecho que a través de los poros eliminamos durante la noche. Y, la otra por la noche, aunque no se lleve maquillaje.
También es bueno empezar a aplicar los siguientes consejos para alcanzar un cambio satisfactorio en nuestro rostro:
- Es indispensable limpiar nuestro cutis cada noche para quitar los restos de maquillaje, las células viejas, la suciedad, el polvo y las bacterias. Esto hará que la piel se oxigene y pueda lucir más fresco.
- Después de una adecuada limpieza se recomienda aplicar una loción o crema humectante o hidratante según tu tipo de piel. Es decir, si tu cutis es de piel seca es mejor usar una crema humectante (por su contenido de aceites), de lo contrario, es preferible colocar una crema hidratante.
- Luego de lavar tu cara al despertar se debe nutrir para que pueda mantener su elasticidad. Para ello, aplica un poco de crema humectante o nutritiva en toda la cara y el cuello. Además de mantener la piel saludable, ayudará a tener un rostro luminoso y suave. Y a la vez, se previenen las arrugas.
- Con la piel limpia y humectada, sólo falta la protección solar. Aunque no te vayas a tirar al sol, basta caminar unas cuadras para que este queme tu piel y deje manchas, además, puede aumentar el riesgo de cáncer de piel.
- Para tener una piel tersa, luminosa y sin arrugas, es fundamental la hidratación y la dieta. No sólo hay que cuidar la piel por fuera, sino que es necesario tomar agua. Además, debes seguir una dieta equilibrada: come más vegetales frescos, frutas, granos enteros y proteínas sin grasas.
Definitivamente, una limpieza diaria concienzuda pero suave y un buen cuidado hidratante ayudarán a mantener su piel sana.
No es difícil de hacer, sólo hay que incorporar ciertas rutinas, que no llevan más de quince minutos diarios.
Debemos proteger toda la piel de nuestro cuerpo, además de alimentarnos e hidratarnos bien. Nosotros de aconsejamos cuidarla con productos específicos y adecuados para tu tipo de piel y así podrás mantenerla en óptimas condiciones.
Si no conoces las particularidades del tipo de piel que posees, es recomendable que asistas a un médico antes de comprar cualquier producto. No vaya ser que como reza el dicho: que sea peor el remedio que la enfermedad.
Lo que si estamos seguros es que mientras mantengas una dieta balanceada, rica en fibras y vitaminas, ingieras suficiente cantidad de líquidos (en especial agua) y hagas una limpieza de tu piel, tendrás gran parte de la batalla por una piel y rostro perfectos … totalmente ganada.
Por: Verónica Petit.
Fuente: varias.
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