Al llegar los 40 años, tanto hombres como mujeres, comienzan a experimentar cambios en sus vidas importantes, debido a que existe como una especie de autoevaluación sobre los logros personales y profesionales que han alcanzado a lo largo de la vida.
Se supone que al entrar en esa etapa de vida, los individuos están en la cima de sus capacidades, pero en realidad a partir de esta edad y hasta los 50 años, las personas entran en una edad muy vulnerable.
Luego de los 50, se piensa que las vidas comienzan a ser miserables ya que se inicia con el proceso de envejecimiento más notable. Pero realmente esto no sucede así.
A partir de los 50 años la vida es más gratificante, satisfactoria y es una de las épocas de la vida más emocionalmente privilegiada.
En la sociedad se entretejen muchos estereotipos sobre la vejez, y se crea dualidades de posiciones, donde se considera a la persona mayor como poseedora de la sabiduría, lo que es un aspecto positivo, pero por el otro lado y de forma negativa, la vejez se le asume un estado de salud deficitario que va decreciendo con los años.
Pero muchos autores argumentan y afirman que esto no sucede así, y es que sencillamente las personas adultas logran por su experiencia y vivencias, controlar sus emociones a diferencia de los más jóvenes.
Otro motivo por el que se refuerza este sentir, es debido a que el tiempo que se vive se disfruta más, porque ya los pensamientos no se centran en “el qué dirán” sino se aprovecha al máximo cada día vivido.
Ciertamente, no todos los individuos son iguales y pueden disfrutar de una vida color rosa, pero lo que si se aprecia en diversos estudios y encuestas realizadas, es que aunque las preocupaciones no se eliminan del todo, si empiezan a decaer, independientemente de las variables que no dependen directamente de uno, como el tener o no un empleo, presencia de los hijos en casa, pérdida física de seres queridos y hasta separación de la pareja.
Lo importante es que nunca dejemos de ver el lado positivo a toda situación vivida, y quererse ante todo y todos, cuidando de nuestro cuerpo, alma y espíritu.
Para apoyarte y que todo fluya de una manera efectiva, te traemos algunos consejos:
- Mantente activo, realiza caminatas al menos 3 veces por semana, unos 30 minutos. De no lograrlo, intenta a diario caminar unos 15 minutos. Participa en actividades de su interés, de ocio y de ejercitación intelectual.
- Procura una alimentación balanceada, rica en fibra, vitaminas y minerales.
- Duerme las horas necesarias para alcanzar un descanso reparador.
- Controla tu propia vida y conserva el libre albedrío.
- Desarrolla una autoestima positiva y asume tus compromisos.
- Siempre marca metas y objetivos a corto plazo.
- Enfrenta los cambios individuales de imagen, salud, de relaciones sociales; así como los cambios sociales de perdidas de amistades, distanciamiento de seres queridos.
- Pasa tiempo de calidad con tu familia y amigos, disfruta con las personas que te quieren por lo que eres, no por lo que tienes.
- No le temas a la muerte, ya que ella es un proceso natural del ciclo de vida. No te prepares para ella, pero si para vivir la mejor vida mientras la tengas.
- Vive el presente, sin recordar el pasado ni preocuparte por el futuro.
Y luego de estos consejos, estamos seguros que estarás de acuerdo con nosotros, porque al cumplir los 50 años verás lo mágico que se vuelve la vida. ¡Es una experiencia maravillosa! y llena de muchas oportunidades aún por disfrutar y vivir.
Por: Miriam Herrera
Fuente: varias.
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