El Síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarollo, es decir, el cerebro funciona de manera diferente a la que estamos acostumbrados, además está acompañado de características mentales y conductuales que forman parte de los trastornos del espectro autista, los cuales consisten en la aparición de distintas combinaciones de síntomas y grados de severidad.
En otras palabras, las personas con este síndrome se ven afectadas por la conexión neuronal en su cerebro haciendo que sea difícil procesar la información. También, tienen un desarrollo distinto y, por lo tanto, el cerebro se crece y se desarrolla de manera alterada.
Estas personas presencian dificultades para interactuar con la sociedad y para expresar su pensamiento y/o emociones, se les hace difícil la comunicación no verbal, empatizar con los demás. Pero, por otro lado, son extremadamente buenos en las habilidades de memoria (hechos, figuras, fechas, épocas, etc.) y muchos sobresalen en matemáticas y ciencia.
Este trastorno por lo general se identifica y diagnostica durante su infancia. Los niños/as con el síndrome de Asperger aparentan ser para la mayoría brillantes, felices y cariñosos. Lo ideal es que un especialista se encargue del diagnóstico y una vez hecho puedes ayudar al paciente con los siguientes consejos:
- Utilice un lenguaje simple, a un nivel que puedan entender, sin doble sentidos.
- Comprende y respeta sus rutinas, para ellos es muy importante esto, porque les proporciona seguridad, con sutileza puedes flexibilizarlas in imponer tu manera de ver las cosas.
- Explíqueles por qué deben mirarle cuando se les habla, deles ánimo, proporcione elogios para cualquier logro, especialmente cuando utilizan espontáneamente una habilidad social.
- No espere siempre que actúen de acuerdo a su edad. Ellos son generalmente inmaduros y usted debe tener en cuenta esto.
- Intente conseguir la confirmación de que entienden de lo que usted está hablando o preguntando, no se conforme con la respuesta Sí o No que tan habitualmente proporcionan.
- Intente identificar los «disparadores de la tensión», evítelos si es posible y esté preparado para distraerles con alguna alternativa.
- Pregúntele cuál es la mejor manera de apoyarle. Él o ella te sabrá explicar cuáles son sus áreas fuertes y débiles y seguro te hará saber como prefiere que le ayudes.
Recordemos que una adecuada identificación y atención temprana, un buen ambiente familiar, una adecuada respuesta educativa, una alta capacidad intelectual y de aprendizaje, son factores que predicen un mejor ajuste social, personal y emocional para sus vidas como adultos.
Por: Verónica Petit.
Fuente: varias.
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